Custodios de Morr: CUSTODIANOS POR EL MUNDO - I TORNEO ESCRIBAS

Saludos, valerosos caballeros!

Última crónica del torneo de escribas del viejo mundo, esta vez le toca a nuestro enano favorito Javier.

PRIMERA RONDA

La primera ronda de nuestro custodiano Javier fue contra un ejército de falsos elfos, el nombre de cuyo general estaba apuntado a fuego en el libro de agravios por alta traición a la gran raza enana.

La lista de nuestro representante no es la típica lista enana de cerrarse atrás y fundir al enemigo a disparo y rematarlo en combate cuerpo a cuerpo, es una lista de batallar con mucho cuerpo a cuerpo (matilladores, rompehierro, guerreros del clan y montaraces) y poco disparo (dos lanzavirotes, una unidad de diez arcabuceros y un girocóptero). Nuestro enano optó por desplegar a la artillería en las colinas y las unidades de combate abajo para que así la artillería pudiera ver todo el campo de batalla y fuera difícil de alcanzar, a la vez que los martilldores, los rompehierro y los guerreros del clan pudieran hacer su trabajo en el cuerpo a cuerpo contra esos sucios traidores.

Por su parte, el general alto elfo desplegó parte de su artillería (los arqueros y un lanzavirotes) en su colina, mientras dejaba en la parte central del tablero el otro lanzavirotes, flanqueado por sus unidades de combate y por su caballería, esperando así que los enanos no llegaran nunca hasta la máquina de guerra y que esta pudiera disparar el máximo de turnos posibles, anulando o mitigando el poder de las armaduras enanas.

El primer turno tuvo poco a destacar, elfos y enanos avanzaron hacia el punto central del mapa para capturar uno de los puntos de control que tenía el tablero. Pocas bajas por ambos lados tanto en magia como en disparo y primer encaramiento entre unos montaraces enanos y la caballería ligera élfica.

En segundo turno el comandante elfo optó por cargar a los montaraces con su caballería mientras Javi seguía su avance por la zona central encarándose con la infantería elfa para hacer una doble carga en el siguiente turno. Por otro lado, el girocóptero seguía haciendo de las suyas disparando aquí y allá, causando bajas entre las líneas enemigas con su temible lanzallamas.

La carga de la caballería élfica a los montaraces no salió muy bien para el bando elfo, pues fueron borrados del mapa bajo las hachas enanas, permitiéndole a este avanzar hacia el lanzavirotes enemigo, el cual había quedado desprotegido.

La unidad de guerreros del clan cayó a manos del vil alto elfo pero los enanos vengaron las muertes de sus hermanos aniquilándole al rival la infantería de la parte central y reventando su flanco izquierdo, haciendo así imposible la remontada del rival y otorgando a nuestro custodiano una victoria por masacre.

SEGUNDA RONDA

La segunda ronda del torneo fue contra un glorioso skaven (que acabaría ganando el torneo), partida que se empezó a grabar pero el ingeniero enano bebió demasiado antes de la partida, provocando que durante la misma se parara la grabación y no tengamos muchas imágenes de ella.

El ejército enano se vio obligado a desplegar en toda su línea de despliegue para evitar cargas por los flancos, pues su contrincante, como buen skaven que se precie, superaba muy holgadamente en número al enano, lo cual le permitía desplegar una o dos unidades por cada una desplegada del custodiano.

Por el flanco izquierdo nuestro representante tenía que defender a dos unidades de guerreros del clan (unas cuarenta hermosas ratas) y para ello desplegó a sus montaraces y un lanzavirtes. En la parte central tuvo que lidiar contra una unidad de monjes de la plaga, otra de alimañas, otra de guerreros del clan, acechantes nocturnos y dos hordas de ratas, algunas de estas unidades con su amerratadora. Para intentar defenderse de tanta rata desplegó a sus martilladores, a sus rompehierro y a sus guerreros del clan, unidades con mucho aguante y mucha pegada que en los momentos más críticos supieron resolver bien su papeleta. Por último, en el flanco derecho tenía que defenderse de una manada de ratas gigantes y de otra unidad de guerreros del clan, lo cual intentó defender con los arcabuceros, el lanzavirotes y el girocóptero.

Con este despliegue, el primer turno de los skavens fue avanzar hacia el enemigo lo mas rápido posible. En magia al ingeniero le salió una fuerza irresistible (bendito trece) que logró acabar con cuatro arcabuceros del flanco derecho del enano.

El segundo turno fue un ir y venir de combates, muertes y asesinatos. El flanco izquierdo enano fue aniquilado, demasiadas ratas para tan pocos enanos. En la parte central los acechantes nocturnos cargaron contra el lanzavirotes, los martilladores mantuvieron la posición a esperas de cargar a las alimañas, los rompehierro quedaron enfangados en una batalla contra las hordas de rata mientras los monjes de plaga tocaban a su puerta para acabar con ellos. La manada de ratas gigantes del flanco derecho del custodiano acabó con sus arcabuceros pero este hizo un movimiento heroico con el girocóptero, colocándolo entre dos unidades de guerreros del clan, abriendo fuego contra una de ellas haciéndola huir de la batalla.

En los siguiente turnos el valeroso girocóptero fue eliminado por un regimiento de ratas, las cuales lograron subirse a bordo y acabar con el piloto. Los matilladores se enfrentaron a las alimañas, causando un par de bajas entre sus filas pero la gran rata cornuda sonrió a los skavens, provocando que el enano huyera y que fuera cazado por las alimañas, las cuales se dieron un buen festín de carne enana. Por otro lado, los rompehierro acabaron con las hordas de ratas y se enfrentaron a los monjes de plaga, otra batalla bastante difícil de librar.

El resultado final de la partida fue masacre para los skaven.

TERCERA RONDA

Última partida de Javier "el enano" en el torneo, después de una fideuà catalana le tocó medirse contra un bretoriano en campo abierto, un auténtico problema pues con su caballería terrestre y voladora puede hacer auténticos destrozos en las líneas enemigas sin darte cuenta.

El enano desplegó a su girocóptero y a sus montaraces en el flanco izquierdo a fin de poder cazar al trabuchet y a los arqueros bretorianos, que siempre son molestos. Por la parte central puso a sus arcabuceros y sus maquinas de guerra, además de martilladores y a los guerreros del clan, esperando que estos últimos pudieran aguantar la carga bretoriana de infantería y caballería que tenia enfrente. En el flanco derecho desplegó a los rompehierro, que se las tendrían que ver con los pegasos y con otra unidad de caballería.

La táctica enana estaba clara, aniquilar a las unidades de caballeros del reino del centro, acabar con el disparo enemigo con los montaraces y el girocóptero y proteger la colina donde estaba el ingeniero enano de una posible carga por el flanco derecho. En el primero turno concentró toda la artillería en una de las unidades de caballeros del reino, logrando que huyeran, dejando a la otra unidad a merced de los martilladores. Por otro lado, el girocóptero fue a por los arqueros de su flanco, causando estragos entre sus filas, haciéndolos huir, lo que generó pánico en la dotación del trabuchet, quitándose de encima de una sentada todo el posible disparo del bretoriano. Por el flanco derecho la caballería y los pegasos estaban logrando entrar hasta la colina pero los rompehierro se encararon con los caballeros.

En los siguientes turnos la caballería ligera del flanco izquierdo enano logró penetrar en las líneas enanas, haciendo que el general enano tuviese que usar sus guerreros del clan para presentarles batalla. Por el centro los martilladores cargaron contra la unidad de caballeros del reino que tenían delante, provocando una verdadera batalla campal y una persecución a los bretorianos, pues perdieron el combate y huyeron. En el lado derecho, los rompehierro hicieron trizas a los nobeles pero los pegasos se colaron hasta la cocina, cargando al maestro ingeniero enano, quien contra todo pronóstico aguantó tres turnos de batalla.

La batalla estaba decidida, los guerreros del clan aniquilaron a la caballería ligera, los rompehierro cargaron por retaguardia a los pegasos, los martilladores seguían haciendo picadillo a los caballeros del reino.