jueves, 23 de diciembre de 2021

Crónicas y leyendas: Skiir el asesino (V)

 Saludos, valerosos caballeros!

Antes del parón navideño, seguimos con las aventuras y desventuras de nuestra rata preferida (bueno segunda, Albahammer siempre en el corazón) Skiir:


CAPÍTULO VI

- Deprisa joven Skiir -le dijo una voz entre risas. Sobresaltado, se despertó, no sin antes echarse la mano al cinturón en busca de su vieja espada oxidada.

- Jajajajajja – rio el misterioso skaven que tenía al lado – acabas de evitar la muerte y aún tienes fuerza para más pelea, me sorprendes-.

- ¿Quién eres y que quieres? - espetó Skiir con la cabeza embotada.

- Soy Psis, podríamos decir que soy quien te ha salvado la vida. Te he estado observando desde hace tiempo, eres un skaven especial pero no tenemos tiempo que perder, viene un ejercito de mil seiscientos enemigos a Plagthur, qué quieres hacer, ¿avisar a tus compañeros y plantar cara a ese ejército de humanos y enanos o huir y que mueran esas ratas que tantas palizas te han dado? - preguntó.

Skiir se puso en pie, para su sorpresa aquel extraño le había aplicado un producto blanquecino con hierbas en la profunda herida de la pierna. Lo que fuera que le había puesto le permitía moverse. – Ten cuidado, aún no estás recuperado del todo y si fuerzas mucho la pata la herida se abrirá de nuevo - le aconsejó.

Sin mediar más palabra, Skiir cogió su espada, las dos hachas que había conseguido de los enanos y enfiló hacia el túnel, decidido a avisar a los demás y plantar cara a aquel ejército.

- Yo nunca huyo de una buena pelea, Psis, deberías saberlo- le contestó.


CAPÍTULO VII


- Hay algo en todo esto que no me gusta maestro Tarin - comentó Arthol - está demasiado tranquilo todo, mis exploradores han encontrado a algunos de tus centinelas asesinados y no hemos detectado a ningún skaven vigilando las entradas a los túneles, creo que es una trampa.-

- Tonterías - espetó el enano - los skavens no han podido detectarnos y si lo han hecho la sangre de mis hermanos asesinados no está ni seca, debemos actuar rápido para evitar que los skavens se organicen. -

Los deseos de sangre skaven de Tarin no habían hecho más que crecer desde que partieron, en numerosas ocasiones había soñado con esas sucias ratas tocando los valiosos tesoros de sus antepasados y al llegar a la entrada a los túneles y ver a los guerreros asesinados había sido la gota que colmara el vaso de su serenidad.

- Arthol, si entramos ahora mismo, en lugar de quinientos lingotes de oro serán mil. Además, si luchamos contra los skavens, quien traiga la cabeza de su líder será recompensado con diez lingotes de oro adicionales-. 

"Es una oferta irrechazable, con todo ese oro podría fortificar aún más Westdec, es más, podría llegar a ser señor de la comarca sin ningún problema, podría contratar a los mejores soldados del reino..." - Trato hecho, amigo - le dijo al enano mientras estrechaba su callosa y fuerte mano.

- ¡Soldados!, listos para la batalla, nos vamos a adentrar en los túneles. Recordar, nuestro cometido es acompañar a nuestros amigos a las catacumbas para recuperar sus tesoros. En caso de batalla, quien mate al líder skaven tendrá diez lingotes de oro para él sólo.


Y así fue como aquel ejercito compuesto por humanos y enanos se adentró en los túneles por los que horas antes había usado Skiir para volver a su madriguera a advertir a los demás skavens.


CAPÍTULO VIII


"Odio a esa sucia rata de Skiir, ya es la segunda vez que tengo que ir a ver a Shini por su culpa, espero que a mi vuelta Arst haya logrado acabar con él, le di unas ordenes muy claras y precisas" rio Thur.

- Corre, no quiero hacer esperar a Shini, si me dice algo servirás de comida a los cachorros cuando volvamos - amenazó a su montura, la cual llevaba ya tres horas de viaje desde que partieron de Plagthur a la reunión con el señor de las alimañas.


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